domingo, diciembre 30, 2007

NARANJAS, LIMONES Y 12 UVAS

El principio del final de mi año 2007 transcurrió en la cocina de la casa de Eva en Albacete. Nada más entrar por el umbral de la puerta mis ojos fueron a parar a una enorme bolsa de naranjas que estaba en un rincón cercano a la despensa. No tardé en coger una y ponerla justo bajo mi nariz... ¡Qué bien olía! Hacía tanto tiempo que no me detenía a disfrutar el aroma de esa maravillosa fruta... Bien por prisa o tal vez por carencia de los productos -ya se sabe las frutas que se compran en el super no desprenden el mismo perfume que las recién recolectadas del árbol-, el caso es que habían pasado unos cuantos meses desde que no me paraba a degustar las pequeñas cosas estupendas que rodean mi vida.

Esta noche sorprendentemente he dormido del tirón, algo que no me sucedía desde los meses estivales. Ha sido genial. Me he pasado el día con EL, Juandi, Eva y la divertida Alba dando vueltas por la ciudad, tomando café y yendo de tiendas. Al llegar a casa, después de cenar he acompañado a Alba a la cama y cuando ya la iba a dejar desacansando la pequeña me dijo:

- Mañana es Nochevieja.

Ha sido entonces cuando, tras mucho meditarlo, me he sentado frente al ordenador con el único propósito de darle gracias a lo que sea (no sé si se llama destino, Dios o energía) por permitirme llegar hasta aquí y contarles todo lo que a menudo les narro. 2007 ha sido un año de "vuelta al cole" para mí, tal vez durante estos 365 días he cursado la asignatura más importante de mi carrera que ha consistido en aprender a valorar mi vida que es una, única e irrepetible. He aprendido que los hospitales no me gustan, que los accidentes de tráfico son lo más triste que puede pasarle a alguien y que los enfermeros son auténticos jabatos capaces de lidiar con desquiciados.

En la vida hay momentos dulces y amargos como los limones. A lo largo de estos 365 días he aprendido a hacer frente a mis problemas, a diferenciar lo importante de lo urgente, a valorar a mis amigos, a la familia... He aprendido que nunca te puedes ir de una empresa cuando sientes que todavía te queda trabajo por hacer en ella. He corroborado que yo no soy mi oficio, que me gusta pasear, leer el Vogue y estar con la gente que me quiere. He tenido la oportunidad de conocer a unas compañeras de redacción excelentes que me han enseñado que estar no es lo mismo que compartir. He descubierto que hay personas que me aprecian mas de lo que pensaba y que estarían dispuestas a dar la cara por mi si se planteara alguna situación comprometida. También he caído en la cuenta de que hay otras que saldrían corriendo porque mi amistad no responde a sus intereses.

Me he ido de casa, ahora vivo feliz con EL y con Dinky, nuestro perro. Me he dado cuenta de que me falta tiempo. Sigo sin carné de conducir y ya no voy a clases de body combat. He descubierto que la vida en pareja es un camino en el que no basta con andar, sino que tienes que saber dar los pasos adecuando tu velocidad a la de tu compañero. Soy consciente de que tengo suerte.

Ya no les aburro más. Termino mis últimas líneas de 2007 tranquila, sentada en el ordenador de la casa de mi querida amiga Eva, tras vislumbrar la silueta de Alba tumbada en su camita soñando tal vez con Pocoyó. Mañana es Nochevieja, TVE emitirá su clásica gala que dura 6 ahoras, sonarán las campanadas en el reloj de la Puerta del Sol, cenarán de forma copiosa, tomarán las 12 uvas de la suerte y se reunirán con sus allegados para tomar unas copas. Empieza un año nuevo cargado de buenos deseos. ¿Saben ya cuál es el suyo? Repasen sus vidas y cuando lo tengan claro, cierren los ojos y formúlenlo en bajito para que nadie se entere. Si lo ansían de verdad, tienen 365 días para hacerlo realidad. Feliz 2008.

sábado, diciembre 22, 2007

DECIMOS SON ILUSIONES A FALTA DE MUCHOS MILLONES

Erase una vez...
Un par de trabajadoras interinas, de esas que tienen contratos precarios y a las que despiden cada cuatro meses para luego, con un poco de suerte, volverlas a contratar. Aquella mañana fría y gris de invierno Lola se despertó tempranito porque había quedado para ir a recoger la cesta de Navidad de su empresa. El reloj marcaba las 11 en punto y María no tardó en llamar al timbre.

- No te lo vas a creer, pero he soñado con el número del Gordo de la lotería. Era el 13030.- dijo la amiga nada más entrar por la puerta del domicilio.

Las dos se miraron de forma cómplice y, tras una sonrisa pícara, no tardaron en poner manos a la obra para encontrar la participación. Cogieron el coche y fueron a parar a la oficina para proveerse de las viandas tan típicas en estas fechas. Ya saben, más vale pájaro en mano que ciento volando.

Una vez recogido el regalo de la empresa, se sentaron en sus respectivos puestos de trabajo, encendieron los ordenadores y empezaron a indagar para encontrar la administración que vendía el 1303o. No tardaron mucho en averiguar que su boleto estaba en a la venta en la zona de Ríos Rosas, justo en la otra punta de Madrid desde el lugar donde se encontraban.

-Cierran a las dos. Esta tarde ya no venden billetes de lotería porque empiezan con las devoluciones. hay que darse prisa. - recalcó María.

-¡Vamos!- gritaron ambas llenas de energía.

Faltaba menos de una hora para el cierre, pero como se suele decir la ilusión mueve montañas e, incluso a veces, los coches atacados que se concentran en el centro de una ciudad. Tras ratos de risas nerviosas, música y un "tenemos que llegar", consiguieron aparcar en la puerta de la administración y comprar tres décimos del 13030.

- ¡Como alguien se entere de esto va a decir que estamos locas!- exclamaban entre ambas.

Al día siguiente se celebró el sorteo tan esperado de la lotería de Navidad y aquel 13030 tan ansiado por las dos chicas no resultó premiado, noticia que fue recibida por ambas con la misma sonrisa cómplice que se dedicaron aquella gélida mañana de diciembre.

En estas fechas en las que los regalos, las comilonas y los excesos marcan la pauta general de conducta popular muchos olvidan que hay un transfondo que a vec Navidad: un SMS de Montse,es se deja de lado y que es capaz de mover a cualquiera: la ilusión.

Hoy tras escuchar esta historia miré la lluvia caer por la ventana y pensé en mi Navidad: en Eva y en Alex a los que por fin iba a abrazar en fin de año, la tarjeta de Fran, la cita con Tere, la voz de John que me provoca lágrimas a través de la distancia, mi querido amigo el siempre currante Javi, aquellos bailes con Montse y los compañeros de la redacción en la fiesta del periódico, las luces del árbol que EL y yo pusimos en nuestro salón... Las primeras Navidades en nuestra casa, con Dinky ese regalo de cuatro patas tan esperado.

Cuando recuerdo lo que les ocurrió a Lola y a María no puedo evitar pensar que sin personas como ellas, sin sus locuras y, sobre todo, sin sus ilusiones la Navidad no sería Navidad.


miércoles, diciembre 05, 2007

EL PRINCIPIO DEL COMIENZO


Normalmente no suelo hablar demasiado del lugar en el que trabajo, pero hoy es diferente. Dicen que los edificios en los que las personas pasan bastante tiempo al final acaban por formar parte de ellas. En mi caso, al menos, es así. Para mi este edificio significa el principio de mi comienzo como periodista profesional.

Recuerdo el primer día que entré por la puerta. Fue con mucha gente de la facultad, todos estábamos citados para hacer una prueba teórico-práctica con el fin de conseguir ser becarios durante el verano. Al llegar, nos subieron a la planta dos y, curiosamente, me senté en el sitio de la que, meses más tarde, sería mi redactora jefe.

Rellené el test con un bolígrafo de la persona que ellí se sentaba, escribí el reportaje y, una vez terminada la prueba, introduje el boli de aquella periodista en mi bolso. "Me lo llevo de recuerdo. Al menos lo intenté"- me dije.

Pasaron las semanas, llegó junio y allí, tirada en el sofá de casa empecé a discutir con mi familia. La pregunta era: ¿Dónde vas a hacer las prácticas? La primera opción eran los informativos de lo que, hasta hace unos meses los españoles conocían como el ente público. La segunda era una emisora nacional importante, de donde ya me habían telefoneado tras una breve prueba de locución y, la tercera el periódico del que no tenía noticias.

-¡La radio, la niña se tiene que ir a la radio, que es lo que sabe hacer!- decía mi abuelo.

-No, no a la tele. Es mejor que vaya a Torrespaña.- sugería mi abuela.

-Ese sería el último sitio donde me gustaría que trabajaras, Sara. - apostilló mi madre, de la cual no me esperaba semejante comentario.

- ¿Y qué hago si de donde quiero no me llaman? Al final, me veo sin prácticas.- les dije.

- No te preocupes, estoy segura de que trabajarás en el periódico.- afirmó mi madre.

No sé si en aquel momento un Dios, en el que no creo, iluminó a mi progenitora pero, después de 48 horas de dudas, el móvil sonó mientras presenciaba un espectáculo de delfines en Tenerife. Al día siguiente, tras cuatro años de carrera, tres de prácticas y madrugones en una radio local y mucho esfuerzo, era becaria del segundo periódico más importante de este país. Lo que quería y, encima, sin pagar.

Empecé trabajando en la sección de gastronomía de una guía, pero al mes un redactor me dió la oportunidad de escribir en el área de televisión. Al principio no me gustaba, yo soñaba con escribir en nacional e investigar el 11-M y me encontré (con todos mis respetos) entrevistando a Bibiana Fernández. "Tienes 20 años. De todo se aprende"- me decían mis jefes.

Cuando cumplí los 21 acabé mi beca, que sólo duró tres meses, y estuve trabajando sin contrato desde septiembre hasta diciembre. El sueldo no me daba ni para pipas y serví copas en algún que otro bar. Llegó diciembre y cuando estaba a punto de mandarlo todo al carajo mis compañeros me llevaron a la mesa en la que hice mi prueba de ingreso. - Hay que cubrir el hueco de unos compañeros de la sección de comunicación y hemos pensado en ti.- me dijeron.

Todavía desconozco cómo fue pero, sin darme cuenta, volví a la mesa donde realicé aquellas pruebas. Allí estaba una mujer que, al poco rato de hablar conmigo, pronunció la palabra mágica: contrato. Cuando la vi lo primero que pensé: "Madre mia, ésta es la dueña del boli que robé en mayo".

Y así, por casualidades de la vida, conocí a una de las personas que marcó y sigue marcando mi carrera profesional. A los pocos días de estar junto a ELLA firmé mi primer artículo en el periódico. Un cuatro columnas sobre un 'reality' (malísimo) . Nunca olvidaré aquella sensación que experimenté. Recuerdo que me levanté por la mañana, llegué a la redacción, vi mi firma impresa, escondí cuatro ejemplares del periódico del día y me metí en el baño de la planta dos a dar saltos de alegría. Cuando salí, mi profesora de redacción periodística había dejado un mensaje en mi buzón de voz: "Mientras tus compañeros están sentados aquí, tú firmas en el periódico con 21 años. Felicidades". Pero, a pesar de aquellas felicitaciones, para mi fue duro afrontar que ya no iba al mismo ritmo que el resto de mis amigos a los que echaba tantísimo de menos.

Después de aquello, seguí trabajando y aprendiendo de ELLA, hasta que mi contrato terminó y me llevaron a otras secciones de cuyo nombre queridos lectores no quiero acordarme. Dicen que cuando empiezas en algo el principio es clave para desempeñar tus labores futuras y mi jefa, esa a la que robé el boli, me echó broncas, me dió oportunidades y, lo mejor de todo, fue la primera persona que creyó en mi (espero que siga siendo así). ELLA es importante porque ha marcado mi forma de trabajar y de ser como periodista. Forma parte de mi grupo de grandes profesionales que apostaron en algún momento de sus vidas por la que escribe sin pedir nada a cambio, sólo que trabaje bien.

Cuando me cambiaron de sección no aprecié el valor de lo que aprendí con ELLA. Pero cuando por circunstancias ajenas a mi, me vi obligada a trabajar año y medio fuera de estas paredes me di cuenta de que mis meses con ELLA habían sido más importantes de lo que pensaba.

Han pasado más de cuatro años desde que puse un pie en esta compañía que hoy cambia de sede. Me fui, pero he vuelto. Aquí me han pasado muchas cosas, unas buenas, otras no tanto. Sus paredes fueron testigo de mis éxitos y fracasos. Gané mucho y perdi bastantes cosas, entre ellas la confianza en mi misma. Pero de eso no quiero hablarles, porque en el fondo las novatadas se pagan y todos aquellos malos ratos me vinieron bien.

Esta mañana, mientras embalaba los trastos en mi cajita, han venido a mi cabeza todos estos recuerdos. Al fin y al cabo he pasado muchas horas aquí dentro y algo de aprecio le tengo a estas cuatro paredes. A veces me pregunto: ¿Que huebiera hecho con mi vida si desde los 8 años no hubiera querido dedicarme al oficio de contrar cosas?Si les soy sincera todavía no he logrado encontrar la respuesta, lo que si tengo claro es que si no fuera periodista, no sería yo.

martes, diciembre 04, 2007

REENCUENTROS

Me encanta la canción 1973 del nuevo disco del británico James Blunt. Habla de recuerdos, de la nostalgia, de los reencuentros que llegaron y de los que, probablemente, nunca volverán. El pasado sábado me reuní con dos de mis mejores amigos en Estrecho. Isa, una antigua compañera de piso de Jonh, daba una fiesta en su casa. Tras un viaje intenso en metro, mi canario favorito y yo divisamos la figura de Javi a lo lejos. Había estado esperándonos durante 15 minutos dentro de un cajero de Cajamadrid. Eran las 12.15 de la noche y hacía frío.
Javi cruzó la carretera y fue entonces cuando los tres nos fundimos en un cálido abrazo de esos que se quedan grabados en la memoria porque son de verdad, porque salen de dentro. Llevábamos varios meses sin vernos.

Entramos en la casa de Isa. Un piso antiguo, amplio, con patio comunitario, muchas ventanas y habitaciones blancas pintadas de manera uniforme, nos daba la bienvenida. Su interior, en el que se daban cita 30 personas, dejaba entrever vestigios del viejo Madrid tras sus paredes. No tardamos en servirnos una copa.

Con un wishky con cola en la mano, John, Javi y la que escribe empezamos a contarnos nuestras historias protagonizadas, la gran mayoría, por el hilo que nos unió un buen día en aquella facultad con forma de búnker y pasillos con olor a marihuana: el periodismo, esa enfermedad extraña, que cuando es vocacional, acaba por instalarse definitivamente en tu cuerpo de forma terminal y aunque, a veces resulte dolorosa, por mucho que te hace sufrir no quieres dejarla marchar. No tiene cura o, al menos Javi y yo, no queremos curarnos.

Jonh, de vez en cuando arremetía contra nosotros de forma graciosa reivindicando la integración en la comunidad que bailaba en el centro de la pista del salón. -¡Es que no sabéis hablar de otra cosa!- exclamaba. Después de aquello, empezamos a movernos entre los invitados. Charlamos con peruanos, argentinos, ecuatorianos y españoles. Fue divertido y, ante todo, multicultural. Hubo un momento en el que deseé que el tiempo se congelara. Javi y John estaban hablando de cómo nos conocimos en la facultad. Me recordó a la serie Aquellos maravillosos años.

Hoy, en medio del descanso de la hora de la comida, mientras escuchaba la última canción de Blunt, he sentido la necesidad de recordar aquella noche del pasado viernes. Esos momentos que me ayudan a seguir adelante en medio de la lucha diaria y que hacen que la distancia se convierta en magia cuando se rompen las barreras, creadas por los kilómetros, con un reencuentro. Como dice Blunt: Here we go again!

miércoles, noviembre 14, 2007

PARA SER CONDUCTOR DE PRIMERA...

Es una lástima, pero cuando te ganas la vida redactando líneas para contar lo que les pasa a otros a penas tienes tiempo para narrar lo que te ocurre a ti. Hoy es uno de esos días soleados de otoño en el que he decidido, en medio de mi fingido y corto descanso vespertino, ponerme a escribir sobre mi.

Últimamente estoy en una etapa en la que necesito engullir libros constantemente, como si fueran agua. Vuelvo a tener sed de páginas, y eso me gusta. Hacía tiempo que no me pasaba, tal vez desde la facultad. Otra vez siento esos cosquilleos extraños en la tripa cuando, casi de forma automática, dejo brotar las líneas de mis artículos en la pantalla del ordenador. Echaba de menos aquella ilusión del principio. Aquellas ganas que ahora vuelven como por arte de magia y se hacen cada vez más fuertes cuando dentro de mi noto la satisfacción de un trabajo bien hecho.

Tal vez esas ganas con las que me han impulsado a sacarme de una vez por todas el carné de conducir. Sentada en la mesa del periódico, veo caer las hojas de los árboles desde la ventana y me da por pensar si alguna vez en mi vida fui a demasida velocidad. A lo mejor, tenía demasiados anhelos, excesiva prisa por llegar a algún destino al que todavía no he logrado dar nombre.

¿Qué sucede cuando el conductor presiona más de la cuenta el acelerador de su vehículo? Un accidente, un susto del que no todos tienen la suerte de salir vivos. Ya lo dicen el la DGT: "Las prisas no son buenas". Pero, a día de hoy en el que no tengo tiempo para escribir sobre mis cosas, me he dado cuenta de que mis ansias de "nada" si fueron positivas. Gracias a ellas y a sus consecutivos golpes causados por bruscos cambios de sentido, he logrado volver al camino del principio. Estoy otra vez en el punto de partida conduciendo un coche nuevo en el que le llevo a EL y a mis amigos, esos que aguantaron cuando me desvíe de mi ruta. Me hallo de nuevo en ese punto de partida que, aunque me sigue costando sacrifios, está cargado de ilusiones, de retos y, ante todo, de calma, de mucha calma.

martes, octubre 30, 2007

CAMBIO TRANQUILO II

Hoy he soñado con Eva, John, Alex y con la pequeña Alba. Soñé que estábamos jugando todos en la nieve en Albacete. Cuando me he levantado, he sentido que como decía Freud: "La psique es saía y el subconsciente saca a la luz lo que no tenemos en el consciente". En definitiva: los echo de menos. Espero verlos muy pronto porque, aunque me cueste reconocerlo, los necesito.

Últimamente ando hasta arriba de trabajo, no tengo tiempo para las cosas que realmente me interesan, pero aún así soy feliz. Mis compañeras tienen mucho que ver en ello. Rebeca, Anita, Natalia, Montse y Javi hacen que esta segunda casa (el periódico) en la que vivo sea más agradable cada minuto que pasa.

Esta tarde, en uno de nuestros habituales descansos he estado hablando con Montse. Me encanta como razona los sentimientos. Nuestra conversación versaba sobre las relaciones personales. Son complicadas, pero son nuestra vida, un día a día lleno de cambios, de altibajos, en el que no tienes que parar de caminar aunque te des contra un muro. Pase lo que pase hay que seguir andando. Es verdad Montse, lo que acaba con cualquier relación (del tipo que sea) es quedarse parado. en definitiva la falta de cambios.

miércoles, octubre 17, 2007

CAMBIO TRANQUILO

Hoy he comido con un compañero al que hacía tiempo que no veía. La verdad es que su llamada me ha sorprendido. Eran las tres menos cuarto de la tarde y el Vips de Clara del Rey estaba hasta la bandera. Mi compadre me citaba para decirme que estaba inmerso en un nuevo proyecto. "Estoy contento. ¿Y tú? ¿Todo bien?". "Tranquila", le dije.

A veces me da miedo pronunciar esa palabra, pero en estos días en los que todo evoluciona y el mundo tiende a tambalearse en un vaivén constante, he incorporado este precioso vocablo a mi vida. Señoras y señores he descubierto que cuando el resto de la humanidad se mueve, prefiero estar quieta. Sin miedo, ni pretensiones, sin mirar al futuro, simplemente disfrutar del hoy sin querer predecir qué pasará mañana. Mirar a mi alrededor, llegar a casa con alguien que me espera, leer un buen libro y dormir en paz... Eso, señores, no tiene precio.

miércoles, octubre 03, 2007

DÍAS DE BORRASCA, DÍAS DE NOSTALGIA

Esta mañana el día ha amanecido gris y sombrío. Como todos los días me he levantado de la cama, esta vez con un poco más de pereza, he engullido un par de Pettit Suisse, me he vestido y he salido corriendo hacia el periódico. Al cruzar la calle no he tardado en darme cuenta de que yo estaba como el día.

Al llegar al trabajo he subido las escaleras buscando el refugio de la prensa diaria y he hablado con mi compañera Teresa. Ella no tardó en enseñarme el regalo que le había hecho su hijo. Era una piedra con forma de corazón, la tenía en el bolsillo como si fuera un tesoro. En el fondo, lo era. Cuando me despedí de ella y me senté en mi mesa no paré de darle vueltas a la misma pregunta: ¿Porqué a veces las personas necesitamos grandes cosas para ser felices?

Aquella piedra me hizo recordar que en días como hoy, en los que la lluvia se dedica a borrar la suciedad de las calles, los tesoros más grandes que tengo en la vida no son inertes y tienen nombre propio. Últimamente, no les voy a engañar, ando un poco de cabeza por los amigos que se fueron. Se trata de eso que llaman nostalgia... A veces mientras veo caer gotitas de agua por la ventana, me planteo cuales son los motivos, qué es aquello que busco que me obliga a seguir adelante aquí, sentada en el mismo sitio. Echo de menos estar más tiempo con mi gente, con EL, con mis amigos...

Ayer hablé con Lorenzo. Me dijo que tenía que seguir adelante con mis sueños."Si te rindes ahora, entonces es que realmente no lo quieres. Tienes que seguir, paciente, sin hacer ruido, pero tienes que continuar con tu camino. Utiliza la fuerza de los que no están para salir adelante", me dijo desde Berlín.

Esta mañana, al ver el corazón de piedra del pequeño de Teresa, me acordé de las palabras de Lorenzo, volví a mi sitio y empecé a escribir.

jueves, septiembre 20, 2007

EL CUARTO DE SIGLO

No se si saltar de alegría o tirarme por una ventana. 25 años... ¡Madre mía! En menos de cuatro horas me cae el cuarto de siglo y yo aquí sentada sola esperando cerrar el suplemento de hoy. La verdad es que no me apetece darle más vueltas. En un año se me acabará el carné joven, el descuento de la pelu y me caducará el ticket viaje de la facultad. ¡Que bajón! Menudo periplo esto de cumplir los 25.... Pero a pesar de todo esto, estoy contenta porque he llegado (si no pasa nada de aquí a unas horas) a cumplirlos.

En días como hoy me acuerdo de aquel momento en el que estuve a punto de no volver a escribir una línea. Tuvimos (EL y yo) mucha suerte de que no viniera un coche en la dirección contraria. Desde aquello valoro más la vida. Recuerdo las llamadas que hice ese día, a quien fueron. "Me apetecía oirte", le dije a John muerta del susto.

Estos 25 años no sé que sorpresas me traerán, pero espero que aquellas voces amables que necesito escuchar sigan siempre conmigo. No les voy a engañar, cada persona a la cual le digo que mañana me cae el cuarto de siglo me dice una cosa. Unos me dicen que esperan que "salte al estrellato periodístico", otros que "quieren que me case" y una minoría me comenta que " soy una niña".

¿Saben que les digo? Es verdad, soy una ñina y quiero aprender y seguir adelante, con ganas, con fuerza. Porque la vida, en definitiva, es la que uno recuerda y la que escribe para contarla.

miércoles, septiembre 05, 2007

EL FINAL DEL VERANO

Nunca he sido partidaria de usar en mis columnas canciones revival, pero esta vez la que hicieron Manolo y Ramón, más conocidos como el Dúo Dinámico, allá por los años 60 le va al pelo a estas, mis últimas líneas antes de la vuelta al cole.

El final del verano, ya está aquí y atrás quedan las crónicas, las risas a la hora de la comida, el planillo de los turnos y el ruido de los teléfonos.

El regreso a la que es mi casa, en términos profesionales, no fue tan duro como pensaba gracias a ELLAS. Probablemente si no me hubieran llamado no estaría hoy en la que es y será mi querida redacción.

Si no fuera por ELLAS a más de uno nos "comería el cochino" en diferentes ocasiones en este periódico. Mari Luz, una de a ELLAS, dice que si todas ELLAS se fusionaran en una sola mujer, el resultado daría lugar a la mujer perfecta. Estoy totalmente de acuerdo.

El sarcasmo de Pilar; el encanto especial de Carmencita, la sabiduría de Marga, el saber estar de Mari Luz, el corazón de Teresa, los trajes de Raquel, el arranque de Elena y el buen hacer, en todos los sentidos, de Amelia.

Luisa, mi compañera de batallas estivales, tampoco se queda atrás. Es rubia, pero la quiero (ya saben, las del pelo de trigo nunca fueron santo de mi devoción, pero ella es la excepción que confirma la regla). Gracias al destino, esta temporada seguiremos combatiendo juntas.

En fin, no les aburro más, que se me acaba el verano y necesito una cura de vocablos de 48 horas para afrontar el nuevo curso. Gracias ELLAS volveré a ocupar mi pupitre un curso más, pero esta vez voy a intentar sacar matrícula. Se lo prometo.

"El final del verano, llegó y tú partirás". Es cierto, el calor poco a poco va disminuyendo, los días van siendo más cortos y yo desde mi rinconcito subterráneo veré pasar las horas, las tardes... Y, de vez en cuando, asomaré la cabeza al exterior para verlas a ELLAS, esa será la manera de darlas por siempre las GRACIAS.

domingo, septiembre 02, 2007

MI REGALO DEL VERANO

Siempre he admirado a las personas que intentan, al menos, decir la verdad cuando realizan su trabajo. Cuando estaba a punto de acabar la carrera, hice una tesina en la facultad sobre el 11-M. Me especialicé en política nacional y usé como manual de abordo un libro que me acompañaba a todas partes.

Meses más tarde, hice las prácticas en un periódico en el que ya llevo casi cuatro años. Esta mañana, con la ayuda de mi compañera Teresa, he logrado vencer mi timidez y volver a sacar del trastero aquel libro que en mis comienzos me sirvió para alimentar tantos sueños de incocente plumilla.

Hoy ha sido un día especial porque el autor de aquel trabajo que pasé meses analizando me ha firmado su investigación. Lo que es la vida... ¿Quién me iba a decir a mi (estudiante de periodismo) en aquella facultad sepultada por el hormigón que años más tarde acabaría conociendo a aquel periodista que tanto admiraba?

En fin, la vida es así... Curiosa, sorprendente.

sábado, septiembre 01, 2007

CANTO A LA LIBERTAD
Hoy mi querido amigo Plaza ha publicado un artículo que ha despertado en mi un debate interior. Habla sobre María España, la mujer del gran maestro de las letras desaparecido recientemente: Francisco Umbral. El reportaje versa sobre diferentes temas, entre ellos el gran número de infidelidades que el literato cometió durante su azarosa vida. Sobre ellas España afirma: "Yo no soy orgullosa y comprendo que un escritor debe vivir muchas cosas y yo no podía limitarle".

Ante estas declaraciones, me planteo la siguiente pregunta: ¿Hasta qué punto el querer a una persona puede llegar a coartar su libertad? Hace poco me enteré de que una de mis mejores amigas, Eva, con la que comparto almuerzo, confidencias, experiencias, alegrías y penas; iba a abandonar la capital para marcharse a Albacete.

Me lo dijo antes de llegar al restaurante chino. En un principio encajé bien la noticia, pensé: "Si es bueno para ella, para mi también". Pero tras el rollo de primavera no tardé en romper a llorar (y miren que a estas alturas de mi existencia es complicado que eso suceda). En un minuto se pasó por mi mente la imagen del día en que la conocí... ¡Cómo habían cambiado las cosas desde entonces! Fue cuestión de fotogramas, nostalgia, egoísmo... No lo sé, pero tras leer las declaraciones de España esta mañana, he pensado en todas las personas que me importan en la vida (EL, Alex, John, Javi, Fran, Tere y, por supuesto, Eva); y he aprendido algo: Si quieres a alguien de verdad, déjalo libre. Si vuelve a ti es tuyo, si no nunca lo fue.

martes, agosto 21, 2007

EL CULO, EL ESPEJO DEL ALMA
Esta mañana, entre cajas para variar, me he probado unos vaqueros monísimos que no me ponía desde que estaba en la facultad. Ha sido terrible. Al introducir mis piernas en la prenda, la tela no subía más allá del muslo. Tristísimo. Aún así, pese a esta decepción, me armé de valor y volví a intentarlo. Era imposible, no me entraban. Me dió un bajón tremendo. Mientras compulsivamente me bebía un tanque de Coca- Cola para calmar mis nervios y paliar la decepción, comencé a pensar en toda la inmensidad de ropa que poseo. Un tercio de la misma ya no me queda igual que antes. Maldito trasero...

Algunas faldas me hacen arrugas y muchos de mis pantalones favoritos "misteriosamente" han encogido. Si es que las tiendas cada vez hacen los bikinis más pequeños... ¡Díos mío, se me sale la carne de los glúteos por el bañador!

Creo que en cuanto termine de arreglar mi nueva casa, empezaré a arreglarme yo. ¿Una liposucción? ¿Un régimen? Lo estoy pensando seriamente.

Si es que con el paso de los años, los cuerpos no son los mismos: las hormonas, la edad (casi 25 años), y las buenas comilonas están haciendo mella en mi querido pandero. Una penita... Nada es lo mismo. Luego dicen que la cara es el espejo del alma... Como verán, yo no estoy muy de acuerdo. Mañana empiezo mi dieta, pero antes voy a hincarle el diente a una caja de bombones que anda rondando por las mesas de la redacción y...¡Que me quiten lo bailao!

jueves, agosto 16, 2007

REDECORANDO MI VIDA

Ayer embalé todos los trastos que quedaban en mi antiguo cuarto. Al principio me sentí un poco extraña... ¡No saben la cantidad de cosas que se almacenan en casi 25 años! Aparecieron muchos recuerdos: Posters de mis cantantes favoritos, algún que otro traje, hojas abarquilladas de periódico, fotos y muchos, muchísimos papeles.

En un primer momento me costó mirar hacia atrás, pero cuando sonó el telefonillo me sentí mucho mejor. No estaba sola. Revolví mis recuerdos con una sonrisa en compañía de Eva, Tere y Fran. Es increíble como el momento más nostálgico de tu vida puede llegar a ser uno de los más entrañables. Me faltaba gente, no les voy a engañar. (Javi, John, Garci y Alex). Pero de ellos no me preocupo, porque vienen en la maleta que me llevo a mi nueva casa, la casa en la que (por fin) viviré con ÉL.

Estoy contenta, no les voy a engañar, se avecina un cambio profesional y personal. Estoy alegre... Pero el motivo de mi júbilo va más allá de las nóminas, el periodismo y la casa... Es mucho más... ¿De qué sirven las alegrías si no tienes con quien compartirlas? Ese, ellos, EL son el motivo de que en los últimos días brille más mi sonrisa. Supongo, que ustedes me entienden.

sábado, agosto 04, 2007

BUSCANDO PISO


Cuando te mueves en el mar de la búsqueda infatigable de un piso, puedes acabar volviéndote majareta. La primera vez que EL y la que escribe acudieron a una de esas casas que ponen el cartel de "se alquila" fue hace unos tres meses.


La cita era a las 19.00 h. en la puerta del inmueble. Esperamos sentados con cara de ilusos un buen rato hasta que vimos aparecer a un personaje grueso y con bigote que llevaba una capa estilo Ramón García en las noches de fin de año. Me dio muy mala vibración, pero lo peor estaba por llegar.

Subimos las escaleras de un edificio antiguo sin ascensor, el tipo con ademanes de Colombo made in spain, logró manter la intriga sobre el piso hasta el momento en el que giRó la llave. Al entrar las paredes estaban desconchadas, la luz no funcionaba y los muebles, por lo poco que pudimos ver, no estaban en los catálogos del IKEA, más bien parecían sacados de un almanaque de piezas de coleccionista de hace 20 años. ¡Estábamos en la serie Cuéntame cómo pasó! Además de esto, la casa no estaba sola, tenía habitantes. Unos serecillos verdes y con rabo reptaban a sus anchas por las paredes de la habitación de invitados. -"Aquí hay mucho espacio para meter a quienes ustedes quieran"- decía el de la inmobiliaria. -"Sí, sí"- dije por dentro mientras intentaba quitarme la terrible imagen de las lagartijas campando a sus anchas por la pared.

La visita por la casa de los Monsters transcurrió sin más pena ni gloria. A las semanas el agente de la inmobiliaria me llamó al móvil para preguntarme si me quedaba con el piso. La respuesta fue evidente: No. El segundo apartamento que visitamos estaba en una zona residencial de Madrid. El dueño era un pijín, de esos que llevan pantalones cortos y nauticos, su nombre hacía honor a su indumentaria: Se llamaba Jacobo (ya saben... "cuanto más grande más... bobo"). En fin... Entramos en el piso y caimos en la cuenta de que internet no es una fuente fiable para encontrar casa. En la red el hogar parecía Buckingham Palace, en la realidad, era más pequeño que el espacio en el que habita el genio de la peli Aladdin.

Muy triste, pero cierto. Al día siguiente fuimos sin pena ni gloria a ver otro piso y nos encantó... ¡Cosas de la vida! Dicen que a la tercera va la vencida. A ver si es verdad.

jueves, agosto 02, 2007

LA INTERSECCIÓN PERFECTA

Es difícil encontrar silencio en medio del ruido. Esta tarde, entre teclas y mucho follón, me han contado una historia. Al otro lado del auricular un hombre mayor, barbudo, grandullón y con pinta de bonachón me dictaba una columna sobre "Un amor imposible".

Se trataba de un músico de jazz, conocido por todos como Miles David, que se enamoró de una cantante francesa. Era un amor imposible. Él era de color y extranjero, ella francesa y refinada. No hablaban el mismo idioma, vivían en puntos del planeta distintos y, encima, su relación en los años 50 estaba mal vista por la sociedad. Pero a pesar de esto, se quisieron mucho, aún en la distancia. Pocos días, antes de morir Miles hizo una confesión cuando alguien le preguntó: "Si la quisiste tanto... ¿Por qué no te casaste con ella?". El famoso trompetista contestó: "No quería hacerla infeliz".

Cuando te mueves entre las difíciles coordenadas de la vida en pareja (piso, avales, nóminas, gastos e intereses), a veces resulta complicado hacer de dos personas una misma. Es imposible, pero creo que ahí está el secreto del éxito de una relación. ¿Recuerdan cuando en primaria estudiaban la teoría elemental de los conjuntos de Venn? Uniones, intersecciones y diferencias. A veces no hay nada mejor que recurrir a la lógica matemática para solucionar los conflictos de una relación. Cualquier pareja pensaría que no hay nada mejor que la unión: Cada cónyuge fusiona sus cosas con las del otro, y santas pascuas... Pero, la pregunta es: ¿Dónde queda la parcela para uno mismo? Las diferencias tampoco me convencen: "Los elementos de un conjunto A que no se encuentran en otro conjunto B, forman otro conjunto".

Lo mejor es la intersección, sin duda: "Los elementos comunes a A y B forman un conjunto denominado intersección de A y B. Es decir, es el conjunto que contiene a todos los elementos de A que al mismo tiempo están en B". No se si me entienden, pero lo mejor, lo más enriquecedor para una pareja es formar un conjunto (vida) que tenga parcelas en común, pero sin renunciar a esas partes propias de cada miembro que es lo que en realidad enriquecen la relación.

Miles Davis y su musa de la excentricidad, la bella solista gala, a pesar de sus vidas separadas eran la intersección perfecta. Entre los dos lograron alimentar una relación forjada en la independencia, consiguieron crear, en sus ratos libres, un mundo a parte, su mundo, ese en el que solo ellos pueden entrar. Eso, en definitiva, es lo más importante

viernes, julio 27, 2007

ALL YOU NEED IS LOVE

"El amor es aquello que cuanto más se da menos le queda a uno". Eso dice mi gran amiga Paloma Blasco en uno de sus libros, pero si me lo permiten, no estoy del todo de acuerdo con esta afirmación. Esta noche queridos lectores me voy a poner romántica, empalagosa y dulce como los algodones de azúcar que venden en las tradicionales fiestas estivales, que a estas alturas del calendario invaden los pueblos de esta España mia.

Hace mucho que no les escribo sobre el sentimiento capaz de cambiar y modificar las cosas más solemnes de este planeta: El amor. Durante estas cinco lunas que he pasado en soledad con la actualidad a cuestas, he pensado en mi relación con este sentimiento.

"Amor", al derecho, "Roma" del revés. Siempre he pensado que quien tiene amor en su vida lo tiene todo. Ayer por la mañana estuve paseando por Madrid. Estaba precioso. Todo sucedía de manera normal. Ya saben, mis tacones y yo dando vueltas por la Gran Vía hasta los topes de gente diferente. Decidí tomar el autobús para llegar a casa y pasé por la puerta de PPTV. Un lugar que en mi vida profesional no significó apenas nada, pero que lleno de luz mi vida personal.

Sin reparo ni vergúenza me senté en un banco situado en la esquina del edificio. Recordé la primera vez que puse mi trasero en aquel lugar: Acaba de dejar el periódico, estaba muy perdida y había decidido, por recomendación de algunos compañeros de profesión, probar suerte en este mundo de cristal llamado TV. No pude evitar acordarme de la primera vez que le vi. Ahora, con el paso del tiempo, puedo permitirme la licencia de confesarles que me llamó la atención y, por más que le doy vueltas, no logro encontrar razón que justifique el porqué.

A EL le conocí allí dentro, entre cables, cintas y prisas. Ahí dentro, con su supuesta soledad a cuestas, le encontré. Creo que nunca nadie en este planeta ha logrado cambiar mi vida como EL, mi gran amor, sin duda alguna.

Aquella planta tres... Cuando llegué, estaba deseando irme, volver a la que hoy es mi casa (hablando en términos profesionales), pero dentro me aguardaban más sorpresas. Eva fue una de las más representativas. Llevaba un peto y estaba sentada siempre delante de un ordenador cuando se cruzó en mi vida. Comíamos juntas en el Retiro, charlábamos en su pequeño zulo... Teresa, la mujer enérgica por excelencia, también estaba en aquel piso cargado de sueños. La conocí con agobios, muchos agobios, entre bollos rancios de una máquina y paseos cerca del hotel Ritz. Fran llegó después a través de Eva. Cafés en el bar de enfrente, bocatas en el banco y confesiones inteligentes a la salida, eso era Fran.

Ahora que he vuelto a la mesa de la que salí antes de conocerlos, me he dado cuenta de que sin ellos y sin los de siempre (los que han aguantado ahí: Alex, Javi, John, Garci, Celia, Carlos...), nada sería lo mismo. La vida nos pone en un sitio o en otro, sirviéndo copas o dando las noticias, es igual. Lo importante es sentirse lleno allá donde vayas. Antes de volver al periódico, no pude evitar hablar con John. Le dije que tenía que demostrarme a mi misma que sabría estar trabajando aquí sin dejar de diferenciar entre lo importante de lo urgente. Y así ha sido. Ya lo decía la canción de The Beattles: "All you need is love"

jueves, julio 26, 2007

COMO UN GATO ANTE UNA LATA DE SARDINAS

Quiero que me vean cuando soy invisible. En algunos momentos de nuestra vida, todos necesitamos que alguien tenga fe en nosotros, pero es difícil que ocurra esto, cuando uno no es capaz de creer en si mismo. Esta mañana he acudido a una de tantas pruebas a las que me someto con la única intención de encontrar un trabajo que me guste. He salido harta, deseando volver al periódico. Nunca pensé que la mesa de redacción se convertiría en mi mejor aliada, pero esta tarde lo ha sido.

En determinadas ocasiones me siento como un gato que quiere abrir una lata de sardinas. Pone todos sus esfuerzos, lo intenta una y otra vez y, cuando por fin lo consigue, le salpica el aceite del pescado a la cara. Yo no he conseguido abrir mi particular lata, pero tengo que reconocerles, que en días como hoy se me quitan las ganas de continuar dando zarpazos para lograr mis objetivos. Estoy cansada de dar vueltas, de que me miren, me examinen y juzguen. Agotada de intentos fallidos.

Esta noche me despido desesperada como gata en celo. Maullando a solas desde un rincón de la ciudad ante una lata de sardinas sin abrir. ¿Llegaré a lograrlo? ¿Me saltará el aceite del pescado cuando retire la chapa? Para averiguarlo solo tengo que seguir intentándolo, aunque me cueste.




martes, julio 24, 2007

CUANDO DICES "NO", ENTONCES "SÍ"

La vida es aquello que sucede mientras tú te empeñas en hacer otros planes. John Lenon

Saludos desde mi mesa de redacción, donde se gestan mis sueños, mis verdades y , por qué no, mis mentiras. Ha sido un día raro, en el que me he dado cuenta de que el destino, con su magia, puede hacer que la decisión más irrevocable de todas se vuelva atrás.

Me había prometido a mi misma decir adiós a un ámbito profesional de mi vida, más concretamente, a mi corta y modesta trayectoria catódica. Ya estaba todo dicho cuando sonó el teléfono. Era ella, con su voz de siempre, esa que desde niña tanto me gusta. Ella...

La conocí en una presentación de un libro y tengo que reconocerles que me sorprendió gratamente. No sólo era más alta y más guapa, sino que además de todo eso era increíblemente amable. "Amable", esa es la palabra perfecta para describirla.

Pasó el tiempo y nos volvimos a ver en un tren. Esta vez pude hablar un poco más con ella. Estaba sentada en una butaca, cuando con mi humildad y candidez casi pueril me acerqué a su lado. Le conté mis cosas, inquietudes, logros... Hablamos de mis fracasos también. Ella siempre me decía que tenía que seguir adelante. La miraba y la admiraba. "Me encantaría trabajar contigo. Nos vamos a ver muy pronto, ya verás", me dijo después de darme dos besos. Me di la vuelta y seguí caminando por el vagón cabizbaja con un único pensamiento: volver a saber de ella.

Hoy ha sido un día de emociones en el que he hecho las paces con mi conciencia sincerándome con un compañero de batallas. Un día en el que, tras bajar de un despacho, he vuelto a sentir ganas de ser periodista de la que es ( y será siempre) mi querida redacción.

Son las doce de la noche y apenas quedan compañeros que velen mis líneas. Me asomo a la ventana, el patio está desierto y sigo aquí velando por si algo inesperado sucede. La vida, eso es... La decisión ya estaba tomada y ha llamado ella. A lo mejor algún día acabo trabajando a su lado, a lo mejor no... Pero, como decía aquella canción romántica de Los Panchos, algo tengo muy claro: "Si tú me dices ven, lo dejo todo".

domingo, julio 22, 2007

ESTA BOCA ES MIA

Proclamo en voz alta la libertad de pensamiento y muera el que no piense como yo. Voltaire

Cuando empecé a estudiar periodismo pensaba que España, tras mucho luchar, había logrado ser un país libre en el que todo el mundo podía expresarse como le viniese en gana (me remito al artículo 20 de la Constitución). El viernes, tristemente me di cuenta de que no era así. Me llegó la noticia de que un juez de la Audiencia Nacional, Juan del Olmo, había decidido retirar de los quioscos El Jueves, una publicación de carácter satírico porque en ella aparecían los Príncipes de Asturias en una posición perjudicial para su honor (para los que no han tenido ocasión de verla el dibujo mostraba a la pareja practicando el coito). Se trataba de una caricatura que bromeaba sobre el "cheque bebé" de 2.500 euros por hijo nacido que anunció durante el pasado debate sobre el Estado de la Nación el presidente del Gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero.

Me dolió, no saben cuánto. Cuando leía la prensa y escuchaba los comentarios en las cadenas de televisión donde hablaban de "una publicación secuestrada", me sentí, por unos instantes, como si estuviera protagonizando un capítulo de la serie Cuéntame cómo pasó. Salí de trabajar a la una de la mañana, muy cansada y decepcionada con la profesión, con mi querido país y conmigo misma. "Aún queda mucho trabajo por hacer", me dije antes de caer rendida en un profundo sueño.

A la mañana siguiente nada más leventarme me enteré de que Jesús Polanco, más conocido como Jesús del Gran Poder, había fallecido a los 77 años. No les voy a engañar, pero al igual que el día anterior, volví a sentirme triste. No tuve la ocasión de conocerle personalmente, pero si tuve constancia de su trabajo admirable, respetuoso y, ante todo, profesional. Nunca he sido partidaria de adorar a becerros de oro mediáticos , pero en el caso de Polanco y desde mi humilde vocación de contadora de historias no me queda más remedio que reconocer su labor, aunque no comparta todo lo que dice, como un paso adelante hacia la libertad de éste, mi querido país.

Visto lo visto, todavía queda mucho por hacer. Vivimos en tiempos en los que el buen periodista es aquel que consigue ser funcionario superando un test. A veces me da por pensar en cuales fueron los motivos que me llevaron a meterme en esto... La verdad, la libertad y el compromiso con lo que me rodea. Soy periodista de periódico español que no cree en los libros, ni en los test, que piensa que lo que mejor se estudia es lo que al tiempo se experimenta. Soy periodista de esas que, como decía el maestro Umbral, "ha entendido su oficio como una vida y su vida como un oficio. No descansa nunca porque nadie se cansa de vivir".

Hemos perdido muchas cosas este fin de semana... Cuando empecé a estudiar periodismo pensaba que España, tras mucho luchar, había logrado ser un país libre en el que todo el mundo podía expresarse como le viniese en gana. Ahora que soy periodista pienso que aquella supuesta libertad conquistada es mentira.

domingo, mayo 20, 2007

FACTOR X

La vida es aquello que sucede mientras tú te empeñas en hacer otros planes (John Lennon)
Como en las ecuaciones que hacía en el cole, aquellas en las que x+y era igual a un númerajo que me traía de cabeza, así es la vida. Cuando parece que lo tienes todo más o menos atado... ¡Zas! Una sorpresa nueva hace que todo cambie y nada de lo anterior tenga validez.

Pasan los días y cada vez me doy más cuenta de que la espera, me desespera. Camino por mi adorado Madrid, noto como llega el verano... Y suena un teléfono. No entraba en mis planes, pero sonó. Pasan los días.... Y deseo que vuelva a sonar. Lo gracioso de todo es que no se ni si quiera si las noticias que obtendría de aquella llamada serían positivas. Pero quiero que suene. ¿Nunca les ha pasado?

La espera, el factor X (incertidumbre) acaba volviendo locos a más de uno. Cuando comienzas una relación y mandas un sms a "esa persona especial"... Pasan tres segundos y estás ansioso por su contestación. Te comes las uñas cuando esperas aquello que te falta, aquello que por razones indescriptibles de la vida te impide ser plenamente feliz. El factor X es una putada, pero hay que saberlo llevar. Tiene cosas positvas. Imaginénse cómo sería nuestra existencia si siempre supiéramos qué nos va a pasar... Puede ser terrible si no sabes ver en él la auténtica esencia de la vida: los cambios inesperados, el destino, las sorpresas, el vaivén... Unos lo llaman emoción, otros altibajos... Si les parece, por mi pueden llamarlo X. ¿Les parece bien?

viernes, abril 27, 2007

FELIZ, FELIZ EN TU DÍA...

"Tal vez sea el momento de dejar claro quien soy yo. Yo soy alguien que busca el amor, amor de verdad: Ridículo, inconveniente... Arrollador. Eso de no poder vivir sin la otra persona..."

Así nació mi blog, por falta de voz, para confirmar quien era, quien soy. Fue hace un año durante mi recuperación de una operación de nódulos, cuando no podía mediar palabra. Decidí modernizarme y hacerles partícipes de todo lo que pasa por mi cabeza. ¿ Lo han pasado bien? Espero que sí y que siga siendo así por muchos años.

Tengo nuevas ideas que aportarles (espero que continuen participando y me den las suyas también), pero ante todo, les doy las gracias por leerme, por darme consejos, por opinar... Porque, al fin y alcabo si no existieran ustedes, tampoco lo haría este blog.

Queridos lectores, hoy seré breve. Espero que les haya gustado la frase que lanzo al principio de esta reflexión, es de uno de mis capítulos favoritos de Sex and City (concretamente del último, ese que no puedo dejar de ver por mucho que quiera; y que casi siempre me hace lagrimear). A veces me pregunto porqué me gusta tanto esa producción... Tal vez porque la asocio a John y a momentos maravillosos juntos, sentados en el sillón de su casa, a lo mejor la ciudad... Me encanta NY, la moda y sus edificios altos o probablemente, gran parte de la culpa, la tengan sus personajes. No lo sé. El caso es que la cita que les pongo arriba es una parte de mi, como lo es - y seguirá siendo si quieren- este blog. GRACIAS POR SEGUIR AHÍ¡¡¡

miércoles, abril 25, 2007



EL BORRADOR DE MEMORIAS



Las primeras oportunidades son casualidad, las segundas, un milagro

Hay momentos en los que me pongo a pensar en el papel que han jugado mis ex en mi vida. Ustedes qué creen: ¿Es bueno hablar con la pareja de las relaciones pasadas? ¿Hasta qué punto puede hacerse el pasado presente? ¿Porqué a algunas personas hacen suyas las historias de su novio/a con sus ex?

En un día en el que el parqué madrileño ha caído en picado, se desploma la bolsa y la emisora en la que trabajo ha alcanzado los mejores datos de EGM de su historia, yo no encuentro el punto medio entre lo que soy, lo que fue, lo fuimos y lo que somos.

¿Porqué en determinados momentos nos acordamos de cosas que queremos olvidar? Mis ex, al igual que inolvidables, son personales. He de reconocer que más de una vez me hubiera cagado en la estampa de más de uno... (Con perdón). Hace unos días estaba escuchando mi programa favorito de RNE por la noche, estaba medio dormida y escuché el nombre de uno de ellos... Se me revolvieron las tripas. Y volví - con perdón- a cagarme en su estampa.

Hay momentos, noches como esta, en las que me da por tener miedo. Me siento sola con mis recuerdos y me hago daño a mi misma. ¿Porqué un pasado se puede hacer presente? Historias, tengo muchas historias para todos los gustos, tipos y géneros. Hombres que -malos o buenos- al final del camino acaban enseñándote algo.

heprendido que las historias de cada uno son de cada uno, que no se puede empezar una relación sin haber cicatrizado las heridas de la anterior, que lo primero, a veces no es lo más bonito. Que en un año mi autoestima se fue por el wc, que no es bueno hablar demasiado de los ex cuando empiezas otra relación. Que me provoca ahogo pensar en lo que fuiste, en lo que soy.
Ojalá te hubiera conocido en otro ambiente, con otras personas que no me contaran tus pormenores de tus relaciones anteriores y me robaran las mieles de la mia. Ojalá... No existen los cuentos de hadas, ni los finales como los de Nothing Hill o Pretty Woman.

Me gustaría borrar muchas cosas de aquel principio de una historia que sigue ahí, que empezó de aquella manera y que ES LA MIA. Borrar, NECESITO BORRAR PARA VOLVER A ESCRIBIR.

viernes, abril 20, 2007

CHUPA CHUPS

Como ciudadana, yo también tengo una pregunta para usted...

La vida es como un chupa chups. Sí, no se rían, todavía no me he vuelto majareta. Hay momentos en los que la saboreas, te gusta y te vuelve loca. Hay otros en los que sientes que lo bueno se acaba, llegas al palillo y no te queda más remedio que comprarte otro chupa chups, y ver si este estaba tan bueno como el anterior (o más). Luego, volverás a llegar al palillo y comprarás otro chupachups. Y así sucesivamente...



Ciclos, etapas, periodos, llámenlos como les de la gana. En esta vida hay de todo. Esta noche, en la que este país parece moverse en un devenir de preguntas hacia los líderes políticos, seguro que hay gente como yo que se plantea el sabor que tiene su vida. ¿A qué les sabe?



La mía empieza a ser poco menos que agridulce. "Yla suya señor Rajoy? Como es? Qué me dice del precio de la vivienda? Bajará la inflacción? Los tipos de interés?" "Y los salarios? Qué opina de la nueva Corporación de RTVE. Hay sitio para todos, para los mejores? Entrarán muchos que ya están dentro o hay cupo para los de fuera? Señor Rajoy, después de años de carrera currando como una bestia sigo en mi casa... Usted cuánto cobra? Yo no mucho, por eso sigo aquí, en mi zulo de siempre, mirando mi país con ojos de periodista crítica, de ciudadana decepcionada y de mujer que quiere desarrollar al máximo su potencial.


Van a cambiar las cosas, Señor Rajoy? No me diga? Y eso?..."



Queridos lectores, les invito a que le quiten el papel a otro nuevo chupa chups. A ver qué sabor les toca esta vez. Espero que el de hoy les guste y si no es así, no se preocupen, habrá más.

jueves, abril 19, 2007


Y SIN EMBARGO... TE QUIERO


Hoy he estado hablando con mi amigo Javi, de la facultad. Un gran hombre, un gran tipo y gran profesional. En esta noche, en la que mis únicas compañeras son la radio y las líneas, a las cuales adoro. He encontrado la carta que hace un tiempo escribió alguien durante su vida universitaria. Fue en una clase de Información audiovisual, la pidieron que escribiera en unas líneas lo que significaba su carrera para ella. Y esto fue lo que escribió:

"Lo mío con el periodismo fue una cuestión de amor a primera vista, un flechazo, eso que ocurre cuando un alguien se enamora de otro alguien sin apenas conocerle. Es posible, se lo digo yo. A penas tenía ocho años de edad cuando viendo un programa de televisión decidí lo que quería hacer con mi futuro. El periodismo es mucho más de lo que todos estamos acostumbrados a ver en muchos medios de comunicación, va más allá del cotilleo, del rumor, de la especulación y de todo ese falso teatro que en la actualidad se ha montado en torno a los personajes que aparecen en el papel cuché. Es indignante y, supongo, que a los que nos esforzamos y estudiamos por conseguir una información veraz, de calidad y, porqué no, elegante nos duele en lo más profundo de nuestro “ego” que nos identifiquen con esa clase de personas que se hacen llamar “periodistas”, cuando en realidad son gacetilleros de poca monta que se dedican a espiar la vida ajena y la sociedad, encima, les aplaude por ello. Personalmente, veo en el periodismo y en todo lo que rodea a las Ciencias de la Información, una forma de expresión y de educación. Una información veraz, sin tapujos, sin barreras que impidan su salida a la opinión pública, eso que llaman libertad de expresión y que es un derecho que recoge la ley fundamental de los españoles. Es lo que hay que conseguir. Lo que voy a conseguir por mucho que me cueste. Sé que el camino es complicado, pero lo llevo en las venas. El periodismo, no es sólo una profesión, es una forma de pensar, una ideología, una forma de vida y, si preciso más, una parte de fundamental de la personalidad de alguien que quiere llegar a considerarse una profesional".

S. T. Información audiovisual. Tercero F de Periodismo. UCM

Han pasado muchos años desde que escribí aquellas líneas en una clase donde las ventanas grandes, el hormigón y las mesas llenas de borragatos albergaban mis sueños, los de Javi, los de John, los de Alex. También los de Alberto, los de Carlos, los de Nuria, los de Laura, aquella Laura... Ha pasado el tiempo y la profesión, nos ha dado algún que otro disgusto.

Como una relación de pareja, con altibajos, discusiones, dificultades, carencias... Pero, joder cuando va bien, vuelve a volverte loca de alegría, la notas correr por las venas. Y te das cuenta de que, aunque tenga sus cosas, la amas profundamente." Y aunque me hagas llorar de vez en cuando, me humilles, me cuestes, me mates de hambre, de sueño, de ansiedad... Puedes hacerme de todo y, sin embargo TE QUIERO"

jueves, abril 12, 2007

AL OTRO LADO DEL TÚNEL

Te meten, te metes... Da igual, entrar es fácil. Salir es peor
Escribir es mi terapia, ya lo saben. Esta noche necesitaba ordenarme, ordenar todo lo que llevaba dentro. Y ... Ha sido complicado. Estas líneas es lo que queda de mi tras caminar por aquel túnel.
"Los segundos retumbaban en su cabeza, aún cuando sabía que el reloj se encontraba muy lejos. El cielo se cubrió de nubes alertando la llegada de una gran tormenta. Se estremeció, el momento había llegado, la hora que tanto había esperado por fin se abría paso ante ella.Caminó sigilosamente por la habitación esperando que los otros se fueran. Estaba lista. De su media sacó una navaja y terminó de cortar el metal que aprisionaba el pescuezo como un animal. Tenía que actuar con rapidez, sabía con exactitud que volverían. No tenia tiempo que perder.




Cambió de lugar la cama y se introdujo en el conducto. No tenía linterna y estaba muy oscuro. Siguió avanzando y advirtió que algo recorría sus pies, las manos, y otras partes del cuerpo mas escondidas entre su escasa ropa, pero el miedo y el susto no hacían efecto en ella, ya soportaba cualquier cosa.No sabía cuanto tiempo llevaba ahí dentro, pero podía asegurar que hacía más de una hora que avanzaba sin parar. Se detuvo para tomar la última gota de agua que quedaba en su cantimplora, la cual había robado de su compañero. A pesar de no saciar su sed, siguió adelante.





Las gotas de sudor recorrían su cuerpo. En su mente revivía todos los momentos pasados mientras continuaba por el conducto, ya no le importaba nada, ni la insistencia de la gente, ni el agobio... Había vivido algo que todavía no terminaba de comprender. Quería perder la memoria, olvidarse de todo, de todos, quería volver a nacer pero ser otra en cuerpo y alma, alguien diferente, que no tuviera nada de lo que era antes, ¿podría lograrlo?





De repente, notó como el conducto empezaba a humedecerse. La tormenta había comenzado, sabía que esto le dificultaría las cosas, pero quiso seguir. La humedad se convirtió en gotas y horas después el agua comenzó a cubrirla las rodillas. Tenía que darse prisa, pero estaba exhausta. De todas maneras continuó con el mismo ritmo.De repente reparó que el camino comenzaba a esclarecerse, pensó que estaba cerca, se entusiasmó y se llenó de placer durante unos instantes. Salió a la luz. Se alegro de haberse liberado del conducto justo antes de que el agua le cubriera las piernas. Se paró, sintió la lluvia que la empapaba y el viento que la alborotaba el pelo que aun tenía seco. Se regocijó pensando en lo que había dejado atrás, giró su cabeza y observó. Empezó a reírse y tuvo ganas de gritar. Corrió libremente por el enorme espacio verde frente a sus ojos, quedando muy atrás la gigantesca mole que la había contenido esclavizada por más de tres meses. Y lloró, lloró mucho. Tenía que volver a empezar, se sentía pequeña, sin ganas... Con dudas.

De pronto, sintió una extraña sensación, no sabía donde ir, y por primera vez en su vida experimentó el miedo, parecía estar perdida en medio del espacio sin encontrar un lugar propio, algo que la mantuviese estable. No quería dormir, ni comer, tampoco deseaba hablar, no sabía que le esperaba ni cuanto tardaría en llegar eso que tanto ansiaba. Pensó en aguardar a que algo sucediera, pero esto la atemorizó más y volvió a correr. Se mantuvo así varios minutos hasta que finalmente tropezó con una piedra.Sus ojos daban vueltas, su respiración se aceleraba; lo único que visualizaba era una luz... Una extraña luz blanca… No tardó en vislumbrar su mirada. No sabía que la pasaba. Dos segundos bastaron para que la energía que la hacía estar constantemente en movimiento se desplomara de golpe hasta sus pies. En ese momento quiso escapar, volver a correr muy deprisa…





Cuando se alejó de él, sus ojos se transformaron en un fantasma que se apoderaba de sus pensamientos. Estaba a cinco minutos de ellos y tenía que posicionarse aún más cerca. Una pulsión interior la empujó retroceder el camino andado para a reencontrarse con aquella mirada. Era la primera vez que se sentía impotente ante algo que no controlaba. Sintió que en medio de toda aquella batalla había algo contra lo que no podía luchar: ella misma. El silencio, don de la armonía, la perseguía entre el bullicio de la gente como una bendición. El seguía ahí. El tiempo jugaba en su contra, era imposible pararlo para que él no se fuera. Siguió mirando la luz blanca, parecía tenerle al lado después de toda aquella angustia. La tomaba de la mano. Fue entonces cuando… Se cayó de la cama. Todo había sido un sueño, una pesadilla o un deseo anhelado, ensuciado por el remordimiento de su inconsciencia".

domingo, abril 08, 2007

HISTORIA DE UN BESO

"El beso es el mejor regalo procedente de la persona que amas"

Los aniversarios siempre me han parecido una soberana gilipollez. Una excusa perfecta para que los centros comerciales y las pastelerías hagan caja. ¿Y si se me olvida? ¿Qué carajos le compro? El novio- enamorado o lo que sea sale corriendo y se mete al primer Corte Inglés para adquirir algo que a la parienta le guste para que esta, a su vez, no se ponga de morros y replique: "Jo, no me has comprado nada".

Hace unos minutos cayó en mis manos una carta, cuyo remitente desconozco, que me hizo pensar sobre el sinificado de los aniversarios, la simbología en la pareja, los obsequios y todas esas cosas que, dependiendo del momento, sigo considerando gilipolleces. El manuscrito decía así:
"Me encantan tus besos . Hace un año que tus labios se cruzaron con los mios, o al revés.
No hay palabras en castellano para describir todo lo que he llegado a sentir desde que, por casualidades existenciales, mi boca aterrizara en el mismo espacio físico que la tuya. Nunca creí en los flechazos, pero reconozco que aquella noche te besé por instinto, con ganas y, por qué no, con curiosidad. Después de ese beso, vinieron más, cada vez más seguidos, en diferentes situaciones: en la playa, en la montaña, tras unas lágrimas, en el hospital, paseando, antes de irse a la cama, al despertarse...

Me han cambiado la vida. No podría seguir adelante sin ellos y sin todo lo que conllevan. Después de todo... Siempre están ahí. ¡Que se derrumbe todo, pero que nunca me falten! No hay palabras para describirlos, para describirte.

Hay momentos que quisiera detener las agujas del reloj y guardarlos, congelarlos, meterlos en mi cama para no dejarles salir. ¡Ay, si pudiera!

Como agua que cae entre los dedos, al fin y al cabo, eso es el tiempo. No hay mejor símbolo del amor- sea cual sea su tipo- que un beso. No hay nada más profundo y verdadero que aquellos besos que permanecen en cualquier circunstancia.

Gracias por tantos, perdona por todos los que no te di. Son geniales, es maravilloso cada vez que llega. Ese beso, aquel beso... Creo que todavía el tiempo no juega en mi contra y, si quieres, puedo seguir escribiendo esta historia de un beso".

miércoles, abril 04, 2007


SOBRE LA RADIO

" La televisión es un parque de atracciones, la radio es el parque de las emociones"

No me gusta hablarles de mi profesión, pero hoy me siento obligada a escribir sobre una de las cosas que mejor me hacen sentir en mi vida. He vuelto, todavía no me lo puedo creer. El viernes volví a sentirlo: Ese cosquilleo raro que me entra en el cuerpo cada vez que abro o cierro micro. Es la hostia. Creo que la he cogido con ganas. Lo mío con ella se remonta a muchos años atrás. Es muy importante en mi vida, tanto, que a ella le debo mi carrera. Recuerdo que en primero de periodismo estuve a punto de abandonar la licenciatura para irme a cursar un ciclo de educación infantil, hasta que la conocí. ¡Bendita sea! Gracias a ella el mundo perdió una profesora y ganó una periodista.

Es como una pareja, estoy enamorada de ella porque juntas hemos vivido momentos inolvidables. La siento, no sé como carajos explicarlo. Me hace muy feliz, es como una vena que deja tras de sí una pulsión enloquecedora. La quiero de verdad, porque es magia.

Fue la segunda en llegar. Primero la prensa y luego ella. Los EGM - estudios Generales de Medios- dicen que pierde fuerza frente a la tele. Es una pena. Esta tarde un compañero de emisora me ha invitado a ver su programa. "Para fomentar la radio, voy a traer todos los días a niños"- decía. Y así ha ocurrido, esta tarde la emisora se ha llenado de niños pululando por la pecera. Era un gustazo verlos a todos sentados, colgándoles los pies de las sillas y con los cascos puestos.

Siempre he pensado que lo bueno que tiene la profesión de periodista es que te permite cambiar de tercio en función de tus necesidades y capacidades. El amor mediático es un lío. Para casarme la prensa, me enamora la radio y mi amante es la tele. ¡Menudo trío!

En fin, estas líneas son para ella, para las tardes que ahora compartimos juntas y que, sin querer ser mal pagada, me están devolviendo la vida. Para ella, con sus puntos y comas, con sus ráfagas e indicativos; para ella, el RDSI y las pautas diarias. Para ella y para los que me enseñaron a quererla cuando era una niña, estas líneas volcadas desde lo más profundo del alma. Me gustaría decirles muchas cosas de ella, la echaba tantísimo de menos... Echaba tanto de menos sus historias, las suyas y las de de Paquita, Pedro, Manuel y Lola..., todas esas historias que, al fin y al cabo, también son mias.

jueves, marzo 29, 2007

LA FUERZA DEL TEMPO
"Cuando todo el mundo vaya deprisa,tú debes ir despacio"
Gracias por tantas cosas, perdón por todas las demás


Necesitaba escribir, para pensar, valorar y , sobre todo, ordenar todo lo que ha pasado. Perdida en mi misma, sin saber dónde ir, qué hacer con mi vida, mi carrera... Supongo que los periodos de cambio son así: INCIERTOS.Envías 200 curriculums a lo que salga, te desplazas donde sea, telefoneas a mil lugares distintos con tal de recibir "esa oferta"... Un día acabas en una tele de un pueblo -con todos mis respetos hacia ellos- y otro, estás deseando largarte al Reino Unido. Estás desesperado, buscas algo, te metes en Internet, sales por aquí, por allá deseando encontrar eso que te falta. Gritas, te enfadas, te vuelves loco... ¡Todo vale con tal de salir de la incertidumbre!.

Es jodido dar pasos sin saber donde quieres llegar y porqué. "Tiempo... Solo necesitas tiempo para que las cosas se vayan colocando en su sitio"- me comentaba un viejecito entrañable que conocí hace poco en la rehabilitación. Tiene razón, todo, absolutamente todo, tiene su tempo.

Cuando todo se mueve, lo mejor es agarrarse a aquello que es fuerte y robusto como el tronco de un árbol: EL. ¡Menudo es! He descubierto que el amor es aquello que te hace mejor persona. Necesitaba vivir lo que me ha tocado para darme cuenta de la autenticidad de las cosas que realmente valen la pena, apartar mi ego, retirar prejuicios y valorar . No tengo palabras para darle las gracias por todo, por saber tirar del carro, por enseñarme tanto. Espero que como dice Gloria Estefan: "Con los años que me quedan por vivir poder demostrar cuánto te quiero". No necesito llamarle "amor", ni "cari", ni cursiladas varias... Somos superiores a eso, porque somos compañeros y eso está por encima de todo. Muchas veces, cuando le miro a los ojos, me entran ganas de decirle: "La guerra, amigo, ya ha acabado. Se fueron los fantasmas. Las heridas casi están cicatrizadas. Ya podemos caminar. He recuperado la calma".

Increíble, pero cierto. Ya no me vale cualquier cosa. Jamás lo vi tan claro. Ya lo decía Nietzsche: "Lo que no te mata, te hace más fuerte". Todo tiene su tempo, es verdad, y ahora, más que nunca, ha llegado el nuestro.

martes, febrero 20, 2007

FASHION VICTIM

Este ha sido el primer año que no he asistido a Pasarela Cibeles, y qué quieren que les diga, tampoco la he echado tanto de menos como pensaba. No crean que ya no disfruto de la moda, lo hago, pero de una forma diferente. Ya no necesito asistir a la puesta en escena de mis admirados Ángel Schelesser, Francis Montesinos, Miriam Ocariz o Victorio & Lucchino para disfrutar de sus grandes obras de arte llevadas a cabo con telas. Eso si... A veces echo de menos la copa de Moet Chando de después del desfile.... No les voy a engañar.

Pero frivolidades a parte, no hace falta pesar 50 kilos, ni llevar un vestido carísimo de Balmain para respirar ese aroma glam y cool que de vez en cuando azota a acontecimientos como los que tuvieron lugar la semana pasada en la capital.

El pasado sábado, día en el que se celebró el carnaval en Madrid volví a desfilar. Había quedado con John en el edificio del Banco de España, llegaba con 20 minutos de retraso. El autobús se detuvo delante del Retiro a causa de dicho evento y nos desalojaron a todos los viajeros. Fue entonces cuando ocurrió: la calle Alcalá estaba cortada, plagada de gente a ambos lados que estaban esperando las carrozas... Había muchos focos, ningún coche... La Cibeles lucía impresionante, también la Puerta de Alcalá.

Y allí estaba yo, un sábado por la noche en mi adorado y a veces detestado Madrid, mi Madrid. Con mis botas de tacón, un vestido negro de escote, una gabardina, los ojos pintados y una radio en las orejas. Era mi momento. "Ahora o nunca"- pensé. Y no tardé en comenzar a caminar con mis aires de "top" por toda la calle cortada. La gente me miraba, o no, pero a mi me daba absolutamente lo mismo. Me estaba sintiendo genial caminando al compás del Jamiroquai que sonaba en los 40.

Al llegar a Banco de España me esperaba John con su enorme sonrisa. -¡He desfilado!- le dije contentísima. Caminamos despacio por mi paricular pasarela: La Gran Vía para tomar "la copa de Moet Chando" de después del desfile en un pequeño café cercano a Chueca. - ¡Esa es la felicidad de la vida, Sara, aprender a disfrutar de estas chispitas mágicas que nos da el día a día!- comentaba John.

No hizo falta PRADA, ni Loewe, ni Gucci. Estaba en mi, en la noche, en el momento...John tenía razón, no hay nada como saber gozar con las pequeñas cosas... Pero eso no quita que me sigan alucinando las creaciones de los modistos nacionales e internacionales, que de vez en cuando me gaste el dinero que no tengo en un vestido de Max Mara o que cada mes dedique un espacio de mi tiempo a recrearme en el VOGUE... ¿Qué le vamos a hacer? La moda es un arte, arte de unos, de otros, arte que está en uno mismo... Me encanta.

jueves, febrero 08, 2007

UNA NUEVA MELODÍA

Por fin parece que veo la luz al final del túnel. Aquella tarde, después de los gritos, con ráfaga de la SER y en compañía de amigos volví a sonreir. Fue una tarde deliciosa, de esas en las que la lluvia cae y no te das cuenta, esas en las que disfrutas mirando "de piel para adentro" a otras personas.

¿Qué es el amor? Era el tema de debate. Entre múltiples divagaciones, la ráfaga de la SER seguía resonando dentro de mi; una música extraña y melodiosa volvía a habitar en mi cuerpo tras aquel solo que durante unos meses estuvo protagonizado por un estruendoso ruido de guitarras desafinadas que me estaban volviendo loca.

El compás de las agujas del reloj marcaba el ritmo de una sintonía distinta, la de un programa diferente: el de mi nueva vida. En el que la música suena cuando Eva llama al teléfono para comunicar una buena noticia entre risas y con Fran, mantenemos una conversación a tres, con mediación del manos libres; sonidos cálidos y complacientes de aquel café con Tere, de la voz de Celia cuando dice "que todo la va bien", tonos suaves de Alex abarrotan dulcemente mi tímpano cuando me llama y me dice desde la otra punta de España: "amiga, vales mucho", cuando me telefonea Javi para darme pila...

Entonces... ¿Por qué desafinaba todo? El tema cada vez va sonando mejor. Descuelgo el teléfono: Era la voz de John. "Sara, ya estoy en Madrid". Y entre notas y bemoles, entre agudos y graves la clave de sol que hace que comience esta nueva melodía: EL.Esta noche componiendo este nuevo tema he encontrado la respuesta a esa pregunta que todos nos formulamos cuando intentamos definir eso que llaman amor y que no es más que la ausencia de palabras para decir "te quiero".

jueves, enero 11, 2007

CASATE CONMIGO


Esta mañana, mientras hacía mi ronda habitual de periódicos, he recibido la llamada de John: "Solo quería desearte un buen día. Sonríe y piensa que es irrepetible". A veces pienso lo increíble que es disfrutar de las pequeñas cosas que nos proporciona la vida a diario... Tras quedarme embobada frente al ordenador durante unos minutos, mi móvil volvió a sonar. Esta vez era mi primo: ¿Has visto las fotos de la boda de Helena en internet?

Ni corta, ni perezosa me metí en la página www.casateconmigo.com y aluciné. ¡El colmo de la horterada! Metías un username y un password y te apareían todas las imágenes del bodorrio: un previo con los mejores momentos previos al enlace en el que los novios van conjuntadamente vestidos, la compra de los zapatos de ambos e incluso la novia con rulos puestos... ¡Exclusiva!

Hay que fastidiarse lo que podría ser un momento íntimo e irrepetible, se convierte en un amasijo de fotos de dos babosos" besuqueándose para toda la red.

Les seré sincera: Nunca creí en los poderes mágicos del matrimonio. Para mí el matrimonio es una excusa para que mi empresa me de 15 días libres tras la boda, pillar pasta para irme de viaje o pagar la entrada de un piso... Para querer a alguien no necesito convertir mis sentimientos en un espectáculo, ni tampoco un anillo. Es todo mucho más sencillo, más simple. Es amar y disfrutar de las pequeñas cosas que a la larga son más grandes de lo que percibimos a simple vista. Pero ya nada me extraña... Esta mañana un títular de prensa anunciaba que más de 15.000 personas se habían presentado a un casting para un reality show en el que se hacen cambios de imagen radicales. El colmo... Encontrar la felicidad en unas tetas de silicona. ¿Quién habló de disfrutar de las pequeñas cosas de la vida?