jueves, septiembre 20, 2007

EL CUARTO DE SIGLO

No se si saltar de alegría o tirarme por una ventana. 25 años... ¡Madre mía! En menos de cuatro horas me cae el cuarto de siglo y yo aquí sentada sola esperando cerrar el suplemento de hoy. La verdad es que no me apetece darle más vueltas. En un año se me acabará el carné joven, el descuento de la pelu y me caducará el ticket viaje de la facultad. ¡Que bajón! Menudo periplo esto de cumplir los 25.... Pero a pesar de todo esto, estoy contenta porque he llegado (si no pasa nada de aquí a unas horas) a cumplirlos.

En días como hoy me acuerdo de aquel momento en el que estuve a punto de no volver a escribir una línea. Tuvimos (EL y yo) mucha suerte de que no viniera un coche en la dirección contraria. Desde aquello valoro más la vida. Recuerdo las llamadas que hice ese día, a quien fueron. "Me apetecía oirte", le dije a John muerta del susto.

Estos 25 años no sé que sorpresas me traerán, pero espero que aquellas voces amables que necesito escuchar sigan siempre conmigo. No les voy a engañar, cada persona a la cual le digo que mañana me cae el cuarto de siglo me dice una cosa. Unos me dicen que esperan que "salte al estrellato periodístico", otros que "quieren que me case" y una minoría me comenta que " soy una niña".

¿Saben que les digo? Es verdad, soy una ñina y quiero aprender y seguir adelante, con ganas, con fuerza. Porque la vida, en definitiva, es la que uno recuerda y la que escribe para contarla.

miércoles, septiembre 05, 2007

EL FINAL DEL VERANO

Nunca he sido partidaria de usar en mis columnas canciones revival, pero esta vez la que hicieron Manolo y Ramón, más conocidos como el Dúo Dinámico, allá por los años 60 le va al pelo a estas, mis últimas líneas antes de la vuelta al cole.

El final del verano, ya está aquí y atrás quedan las crónicas, las risas a la hora de la comida, el planillo de los turnos y el ruido de los teléfonos.

El regreso a la que es mi casa, en términos profesionales, no fue tan duro como pensaba gracias a ELLAS. Probablemente si no me hubieran llamado no estaría hoy en la que es y será mi querida redacción.

Si no fuera por ELLAS a más de uno nos "comería el cochino" en diferentes ocasiones en este periódico. Mari Luz, una de a ELLAS, dice que si todas ELLAS se fusionaran en una sola mujer, el resultado daría lugar a la mujer perfecta. Estoy totalmente de acuerdo.

El sarcasmo de Pilar; el encanto especial de Carmencita, la sabiduría de Marga, el saber estar de Mari Luz, el corazón de Teresa, los trajes de Raquel, el arranque de Elena y el buen hacer, en todos los sentidos, de Amelia.

Luisa, mi compañera de batallas estivales, tampoco se queda atrás. Es rubia, pero la quiero (ya saben, las del pelo de trigo nunca fueron santo de mi devoción, pero ella es la excepción que confirma la regla). Gracias al destino, esta temporada seguiremos combatiendo juntas.

En fin, no les aburro más, que se me acaba el verano y necesito una cura de vocablos de 48 horas para afrontar el nuevo curso. Gracias ELLAS volveré a ocupar mi pupitre un curso más, pero esta vez voy a intentar sacar matrícula. Se lo prometo.

"El final del verano, llegó y tú partirás". Es cierto, el calor poco a poco va disminuyendo, los días van siendo más cortos y yo desde mi rinconcito subterráneo veré pasar las horas, las tardes... Y, de vez en cuando, asomaré la cabeza al exterior para verlas a ELLAS, esa será la manera de darlas por siempre las GRACIAS.

domingo, septiembre 02, 2007

MI REGALO DEL VERANO

Siempre he admirado a las personas que intentan, al menos, decir la verdad cuando realizan su trabajo. Cuando estaba a punto de acabar la carrera, hice una tesina en la facultad sobre el 11-M. Me especialicé en política nacional y usé como manual de abordo un libro que me acompañaba a todas partes.

Meses más tarde, hice las prácticas en un periódico en el que ya llevo casi cuatro años. Esta mañana, con la ayuda de mi compañera Teresa, he logrado vencer mi timidez y volver a sacar del trastero aquel libro que en mis comienzos me sirvió para alimentar tantos sueños de incocente plumilla.

Hoy ha sido un día especial porque el autor de aquel trabajo que pasé meses analizando me ha firmado su investigación. Lo que es la vida... ¿Quién me iba a decir a mi (estudiante de periodismo) en aquella facultad sepultada por el hormigón que años más tarde acabaría conociendo a aquel periodista que tanto admiraba?

En fin, la vida es así... Curiosa, sorprendente.

sábado, septiembre 01, 2007

CANTO A LA LIBERTAD
Hoy mi querido amigo Plaza ha publicado un artículo que ha despertado en mi un debate interior. Habla sobre María España, la mujer del gran maestro de las letras desaparecido recientemente: Francisco Umbral. El reportaje versa sobre diferentes temas, entre ellos el gran número de infidelidades que el literato cometió durante su azarosa vida. Sobre ellas España afirma: "Yo no soy orgullosa y comprendo que un escritor debe vivir muchas cosas y yo no podía limitarle".

Ante estas declaraciones, me planteo la siguiente pregunta: ¿Hasta qué punto el querer a una persona puede llegar a coartar su libertad? Hace poco me enteré de que una de mis mejores amigas, Eva, con la que comparto almuerzo, confidencias, experiencias, alegrías y penas; iba a abandonar la capital para marcharse a Albacete.

Me lo dijo antes de llegar al restaurante chino. En un principio encajé bien la noticia, pensé: "Si es bueno para ella, para mi también". Pero tras el rollo de primavera no tardé en romper a llorar (y miren que a estas alturas de mi existencia es complicado que eso suceda). En un minuto se pasó por mi mente la imagen del día en que la conocí... ¡Cómo habían cambiado las cosas desde entonces! Fue cuestión de fotogramas, nostalgia, egoísmo... No lo sé, pero tras leer las declaraciones de España esta mañana, he pensado en todas las personas que me importan en la vida (EL, Alex, John, Javi, Fran, Tere y, por supuesto, Eva); y he aprendido algo: Si quieres a alguien de verdad, déjalo libre. Si vuelve a ti es tuyo, si no nunca lo fue.