jueves, marzo 29, 2007

LA FUERZA DEL TEMPO
"Cuando todo el mundo vaya deprisa,tú debes ir despacio"
Gracias por tantas cosas, perdón por todas las demás


Necesitaba escribir, para pensar, valorar y , sobre todo, ordenar todo lo que ha pasado. Perdida en mi misma, sin saber dónde ir, qué hacer con mi vida, mi carrera... Supongo que los periodos de cambio son así: INCIERTOS.Envías 200 curriculums a lo que salga, te desplazas donde sea, telefoneas a mil lugares distintos con tal de recibir "esa oferta"... Un día acabas en una tele de un pueblo -con todos mis respetos hacia ellos- y otro, estás deseando largarte al Reino Unido. Estás desesperado, buscas algo, te metes en Internet, sales por aquí, por allá deseando encontrar eso que te falta. Gritas, te enfadas, te vuelves loco... ¡Todo vale con tal de salir de la incertidumbre!.

Es jodido dar pasos sin saber donde quieres llegar y porqué. "Tiempo... Solo necesitas tiempo para que las cosas se vayan colocando en su sitio"- me comentaba un viejecito entrañable que conocí hace poco en la rehabilitación. Tiene razón, todo, absolutamente todo, tiene su tempo.

Cuando todo se mueve, lo mejor es agarrarse a aquello que es fuerte y robusto como el tronco de un árbol: EL. ¡Menudo es! He descubierto que el amor es aquello que te hace mejor persona. Necesitaba vivir lo que me ha tocado para darme cuenta de la autenticidad de las cosas que realmente valen la pena, apartar mi ego, retirar prejuicios y valorar . No tengo palabras para darle las gracias por todo, por saber tirar del carro, por enseñarme tanto. Espero que como dice Gloria Estefan: "Con los años que me quedan por vivir poder demostrar cuánto te quiero". No necesito llamarle "amor", ni "cari", ni cursiladas varias... Somos superiores a eso, porque somos compañeros y eso está por encima de todo. Muchas veces, cuando le miro a los ojos, me entran ganas de decirle: "La guerra, amigo, ya ha acabado. Se fueron los fantasmas. Las heridas casi están cicatrizadas. Ya podemos caminar. He recuperado la calma".

Increíble, pero cierto. Ya no me vale cualquier cosa. Jamás lo vi tan claro. Ya lo decía Nietzsche: "Lo que no te mata, te hace más fuerte". Todo tiene su tempo, es verdad, y ahora, más que nunca, ha llegado el nuestro.