viernes, octubre 20, 2006

CANCER

Hay momentos en la vida en los que no te queda otra alternativa que mirarte a ti mismo. Pararte, serenarte y plantearte: ¿Y ahora que? Una tarde hace más o menos un año la que escribe decidió levantarse una hora antes, pedir permiso en el periódico e ir al ginecólogo. Teóricamente era una revisión rutinaria, hasta que apareció un dichoso bulto en mi pecho izquierdo. Tardaron dos semanas en darme los resultados de las pruebas que debían comprobar si aquello era bueno o malo. Nadie sabe lo que se me pasó por la cabeza durante esos 15 dias. Solo yo. Fue una angustia constante que no me dejaba trabajar, ni concentrarme... Se supone que soy periodista y que debía estar al tanto de todo lo relativo a la enfermedad, pero si les soy sincera no quería saber nada del tema. No quería oír la palabra "cancer".

Al cabo de las dos semanas me dieron la resolución de las pruebas. "Esto no es nada, es grasa"-me dijo el médico. "Llevas una vida que no es normal, Sara, y eso te está volviendo loco el cuerpo. Plánteate la opción de parar un tiempo. Tu misma". Si les digo la verdad, cuando me enteré de que no tenía cáncer me puse más contenta que unas castañuelas, pero seguí llevando el mismo tipo de vida. Después vinieron más achaques.

Ha pasado un año de todo esto. Hace una semana volví a mi revisión rutinaria y por primera vez escuché la siguiente frase de mi doctor: "Parece que todo se va normalizando... ". Y es cierto. Esta mañana, día mundial del cáncer de mama, he asistido a una rueda de prensa en la que habían diferentes oncólogos y ginecólogos y a raíz de escuchar varias historias de mujeres que no tuvieron, por desgracia, la misma suerte que yo; me he puesto a recordar aquello que me pasó hace un año. Dónde estaba y dónde estoy... ¡Quién me ha visto y quién me ve! Bienaventurados aquellos que son valientes para dar un cambio en sus vidas, no rendirse ante la dificultad y luchar por lo que realmente merece la pena.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Y no sabes como me alegro, prima, de que no tuvieras nada. ¿Quién te ha visto y quién te ve? Tú misma lo has dicho. Creo que no hay mejor maestro que el tiempo. Por cierto... Voy a hacer la gracia que hoy estoy muy serio... ¿Para cuando decías que ibas a tener un niño? juas juas...

Anónimo dijo...

Todos sabemos que todavía no está bien del todo. Fueron muchísimos años sin parar, demostrando todo lo demostrable. Hace pocos días miré en su archivo, por curiosidad, hay veces que me aburro y me da por leerla. Parece que la estoy viendo cuando se le atascaba el papel en la impresora... Joder, Qué par de webos... La llamé ayer. Me dice que sale a las 5. La invito a una fiesta, me dice que a Javi le duele la muela, que venían del dentista... Ya pasa de todo, y a veces me molesta porque es muy buena. Pero por otra parte, la veo bien, con brazos, que come, que duerme y que sobre todo sonrie ( y cuando habla de Javi, mejor no contarlo... ¡Putas parejas!)En fin, que ahora está más guapa.