domingo, septiembre 07, 2008

VUELVEN LOS FANTASMAS
Hay pocas cosas que me den miedo, pero las cifras que he leído últimamente en los periódicos, me causan auténtico pavor. Los datos del paro son escalofriantes. Pero crean que no, los lees en el diario de turno y, aún así uno no se hace a la idea de la magnitud de la noticia hasta que empiezan a engrosar las malditas listas del INEM sus seres queridos.

El último en apuntarse a la cola de desempleados ha sido uno de mis mejores amigos. Después de trabajar durante cuatro años en una fábrica de cerámica viendo pasar tejas de un lado para otro, currando en horarios intempestivos y aguantando todo tipo de fechorías empresariales, llega un día en el que, tras varios meses de "parón tecnológico forzoso", le suena el teléfono. Una voz masculina le comunica que tiene que asistir a una reunión antes de reincorporarse tras las vacaciones. Mi amigo fue a aquel encuentro y en cuestión de minutos, se encontró en la calle, sin trabajo. " No hace falta que usted vuelva el lunes", le dijo el baranda con cara de resignación. Así, de un día para otro, mi amigo se ha convertido en una de esas cifras a las que, por desgracia ya empiezo a poner nombres propios.

Me joroba, me fastidia y me indigna. No lo puedo remediar. Licenciados mileuristas (o ni eso), periodistas sirviendo comida en un Mc Donalls, ingenieros sin trabajo, becarios eternos, familias que hacen encaje de bolillos para llegar a fin de mes, ciudadanos asfixiados porque no pueden pagar la hipoteca, pensionistas con subsidios irrisorios y cientos de jóvenes talentos esperando una oportunidad que nunca llega.Vergonzoso.

Los expertos dicen que la crisis económica acaba de empezar y, para solidarizarse con el pueblo llano, algunos diputados de algunas comunidades autónomas deciden congelarse sus sueldos. Como diría mi abuela: A buenas horas mangas verdes. Me gustaría ver a muchos falsos predicadores con sueldos mileuristas, trabajando ocho horas y con un par de niños pequeños.

El miércoles el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, comparece en el Congreso para dar soluciones a la crisis. Yo, desde mi pequeño rinconcito madrileño, voy a proponer una posible opción a través de la empatía. Mi plan es sencillo: durante un mes trabaje 10 horas, cobre 900 euros, pague una hipoteca y dé de comer a sus hijas. Si consigue llegar a fin de mes, tendrá la solución a muchos de los problemas que sufren los españoles.

Imagínense, ¿Creen que alguno de esos expertos que tanto hablan harían semejante experimento? Pues entonces, échense a temblar, que vienen los fantasmas.

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