martes, agosto 21, 2007

EL CULO, EL ESPEJO DEL ALMA
Esta mañana, entre cajas para variar, me he probado unos vaqueros monísimos que no me ponía desde que estaba en la facultad. Ha sido terrible. Al introducir mis piernas en la prenda, la tela no subía más allá del muslo. Tristísimo. Aún así, pese a esta decepción, me armé de valor y volví a intentarlo. Era imposible, no me entraban. Me dió un bajón tremendo. Mientras compulsivamente me bebía un tanque de Coca- Cola para calmar mis nervios y paliar la decepción, comencé a pensar en toda la inmensidad de ropa que poseo. Un tercio de la misma ya no me queda igual que antes. Maldito trasero...

Algunas faldas me hacen arrugas y muchos de mis pantalones favoritos "misteriosamente" han encogido. Si es que las tiendas cada vez hacen los bikinis más pequeños... ¡Díos mío, se me sale la carne de los glúteos por el bañador!

Creo que en cuanto termine de arreglar mi nueva casa, empezaré a arreglarme yo. ¿Una liposucción? ¿Un régimen? Lo estoy pensando seriamente.

Si es que con el paso de los años, los cuerpos no son los mismos: las hormonas, la edad (casi 25 años), y las buenas comilonas están haciendo mella en mi querido pandero. Una penita... Nada es lo mismo. Luego dicen que la cara es el espejo del alma... Como verán, yo no estoy muy de acuerdo. Mañana empiezo mi dieta, pero antes voy a hincarle el diente a una caja de bombones que anda rondando por las mesas de la redacción y...¡Que me quiten lo bailao!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Por favor, que alguien le diga a esta chica que no se vuelva loca con tonterías.¿Que haces régimen ahora?Dentro de 10 años todos estaremos igual de viejos, de canosos, la panza llegará tarde o temprano.Además,para mí eres la chica más bonita del mundo.Yo parezco el Taja!Un besito, mi ni niña.