domingo, enero 18, 2009

EL PRINCIPIO DE UN NUEVO VIAJE

Lo he conseguido, después de estar tantos años esperando, de plantearmelo mil veces, de cambiarme de autoescuela, de estar al borde de la ruina y de inumerables madrugones: Tengo la "L". Obtenida en Móstoles, el paraíso de los histéricos al volante, en la cuna de las famosas empanadillas de aquella Nochevieja de Martes y Trece, lo logré y, encima, a la primera.

No saben las que pasé hasta que me decidí a sacarme el maldito carné... Sobre todo a raíz del accidente de coche que tuve hace algunos años. Después de aquello y de ver muchas desgracias en forma de lesiones en el hospital durante esos meses de rehabilitación, pasé de amar a los vehículos de motor a condenarlos al desguace del olvido de mi mente. Pero, como dice mi filósofo favorito, Nietzsche: "No hay mejor manera de vencer el miedo que enfrentarse a él". Y así lo he hecho.

Aprobé un viernes 16 de enero, a las 9.45 de la mañana, después de que mi compañera de examen se metiera por dirección prohibida y el examinador no la dejara ni salir del centro de la DGT. Era su quinta vez y me dió mucha pena que suspendiera porque- según creo- todo fue cuestión de nervios. Y allí estaba yo, sentada al volante, con mi camiseta favorita -la de la peli El club de la lucha que me regaló mi amigo Javi por mi cumpleaños- sobre ella, la que me dió Eva de manga larga con una muñeca estampada estas navidades y en el bolso, una medallita de un San Pancracio que me regaló un taxista encantador cuando iba a cubrir una rueda de prensa de Zapatero a Moncloa.

Una vuelta por Móstoles, un par de aparcamientos, una ruta por Alcorcón, vuelta al centro de exámenes y... Aprobada. Lo mejor de aquel día fueron muchas cosas: que disfruté de la prueba porque he descubierto que me gusta conducir, la felicitación de mis amigos, la de EL, la de mi familia, la llegada a la radio y la celebración con mis compañeros... Pero lo mejor de todo fue sentir que con la llegada de mi carné y con la L quedaban atrás muchas cosas que espero que con el tiempo vislumbre con forma de fotografía borrosa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pues ya sabes, me debes un viaje, pero tranquilito y sin sobresaltos, ¿eh? jejeje. Besos. Montse