domingo, octubre 19, 2008

CUESTIÓN DE PELOTAS

Desde que mi mundo es mundo he aborrecido la información deportiva, es más, desde que empecé en el oficio de contar cosas a mis dieciséis años, nunca jamás de los jamases había cubierto un evento deportivo. Pues bien, los 26 añazos han venido con un regalito bajo el brazo: una acreditación a mi nombre para cubrir el Masters Series de Madrid.

Para mi el tenis siempre había sido sinónimo de niños/as pijas que se vestían de marca para atizarle raquetazos a una bola. Éso había sido, hasta que llegó el día en que me tocó acercarme a una competición. Era miércoles, me acredité de estrangis, es decir, fuera de plazo y gracias al favor de un compañero. Deambulé por el Madrid Arena alrededor de 15 minutos hasta encontrar la sala de prensa. Llegué a ella, me tomé un café, me senté en uno de los sillones que quedaba libre, respiré y miré la pantalla de resultados del torneo. Saqué mi cuaderno de notas, me dispuse a escribir y ahí, en ese punto de la historia, empezaron mis problemas. No tenía ni pajolera idea de que era un Deuce, ni un set, ni lo que significaba romper un saque...

Tenía que salir de aquella laguna terminológica y decidí confiar en la buena voluntad de los compañeros de profesión. Así que volví a ponerme ante el panel de resultados y me dije: "Al primer periodista que vea con cara de interés le voy a preguntar unas cuantas cosas". Y así lo hice, me encontré con Javier, un excompañero del periódico en el que trabajé cuatro años de mi vida. Me explicó todo en diez minutos muy amablemente y gracias a él pude experimentar lo que estoy a punto de narrarles ahora.

Comencé a comprender las tácticas, a disfrutar del ambiente y a interesarme por los jugadores. Con algunos tuve oportunidad de hablar, unos a micrófono cerrado y otros grabadora mediante. Había de todo: simpáticos, creídos, humildes, luchadores, rebeldes y elegantes. Cada tenista tenía una personalidad que transladaba en cada torneo a la pista. Entre los muchos con los que pude entablar una breve conversación se encontraba el actual número uno del mundo, un chico que responde al nombre de Rafael Nadal.

Entró en la sala de prensa para hablar sobre la fundación Bust Buddies a la que presta apoyo. Pasos lentos, algo forzados, semblante serio, despeinado y en su pecho, una camiseta rosa fucsia, dejaban entrever el agotamiento de alguien que, aunque muchos no lo crean, es humano.

Tras contestar a las preguntas formales de la rueda de prensa, se levantó de su asiento e intenté acercarme a él para conseguir sin éxito alguno una entrevista exclusiva para la emisora en la que trabajo. Salí de aquella sala sin sus declaraciones en mi minidisc, pero con una gran satisfacción, la que da conocer a alguien que aparentemente lo tiene todo, pero que como me afirmó aquella tarde es consciente de que "en un encuentro sólo hay dos opciones: perder o ganar. Unas veces pasa la primera y otras la segunda".

Tengo que reconocerles que me impresionó aquel chaval al que veía como la imagen de la marca de mi coche. Me gustó su fuerza psicológica, su lucha, su respeto hacia el contrario y su saber perder. Me gustaron sus palabras cuando el jugador galo, Gilles Simon, le hizo retirarse de la competición a un paso de la final. "Unas veces se gana, otras se pierde y ahora tengo que aprender de esta derrota", afirmaba.

Les aseguro que he visto muchos partidos de tenis esta semana y cada uno me ha enseñado una cosa diferente. Más allá del glamour, de las marcas, los famosetes y las puntuaciones. En el tenis, como en la vida, hay humildes, fuertes, malcriados, estúpidos y elegantes. Los hay que se esfuerzan, los despistados, los que se creen guapos, los que se dejan llevar por la situación y los que la controlan.

Creo que estaba equivocada... Adoro el tenis.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Ja,ja,ja!Así que yo era un pijo por jugar al tenis?Ahora sólo me falta que te bajes conmigo a jugar al padel!!!!Lo has hecho muy bien,guapa, para haberte aprendido todo en unos días, aunque la noche que te tuve que explicar todo estuve a punto de cortarme las venas....TQ,Rafaela Nadala!!!!!!

Sarah dijo...

Me encanta que me leas porque, sin darte cuenta, eres protagonista de mis días. Gracias por dejarme caminar contigo y aprender paso a paso. TQ.

marga dijo...

me encantan tus historias!! cuando escribas mas mandamelas porfaaaa!!
muchos bsitooosss te quierooo

Sarah dijo...

Margaaaa. Que alegría saber que tú también estás por el ciberespacio y que hagas mi vida también un poquito tuya. Espero seguir contando con tus visitas. Un besazo.